sábado, 1 de noviembre de 2014

Volver es morir

Por: Fernando Zamora
@fernandovzamora

Alguna vez escuché que hay dos tipos de historias en Occidente: la del héroe que abandona su casa (como Moisés) y la del héroe que vuelve a casa (como Ulises). Puede que sea una simplificación pero la idea funciona, sobre todo cuando se usa como molde para escribir un filme que parece artesanal, pero termina por ser totalmente hollywoodense. The Judge cuenta la trillada historia de un hombre que vuelve a casa para enfrentar a su familia disfuncional.

El primer disfuncional es, sin embargo, Robert Downey Jr. (el hombre que vuelve). Quién sabe qué habrá pasado con él. Comenzó su carrera con una interpretación sorprendente. 
No debe haber sido fácil ser Chaplin en la película de Attenborough, pero a partir de entonces, aún en sus mejores momentos (en The Soloist, por ejemplo), parece drogado. No será ni el primero ni el último, claro, pero actores como Seymour Hoffman tienen el buen gusto de actuar como si estuvieran sobrios a pesar de encontrarse a la mitad de un viaje.

En fin, que en The Judge otra vez Downey Jr. sale de tono. Tengo incluso la impresión de que el director no pudo controlarlo. Durante la función de prensa la gente reía a carcajadas. Y hacerlo no está mal, pero el guión parece buscar más bien el llanto del melodrama.

La historia trata de cuestionarse la buena salud de la familia americana: Hank (Downey Jr.) se entera que su madre ha muerto y vuelve a su pueblo en Indiana. Aquí Hank reencuentra a sus hermanos idiotas y al clásico padre castrante (el juez del título). En efecto, la cinta se ha promocionado mal y uno puede creer que verá un thriller de esos que ha escrito John Grisham, pero no. Esto es cine acartonado y dulzón. Lo único bueno es el padre de Hank, interpretado por Robert Duvall.

Duvall comenzó su carrera, como Downey Jr., con una extraordinaria actuación. El primer papel de Duvall, sin embargo, fue pequeño y a diferencia de Downey Jr. sus artes crecen cada día más. Robert Duvall tenía ya 30 años cuando hizo a Boo Radley en un extraordinario thriller de juzgado; en 1962 fue el extraño ex convicto que aterroriza la imaginación de los niños en To Kill a Mockingbird, de Robert Mulligan, y hoy era el actor perfecto para interpretar al juez en esta película de familiares que siempre se llevaron mal. 
Por desgracia Duvall no tuvo mucho espacio para lucirse con este guión, así que a pesar de su extraordinaria actuación el filme no sale a flote pues difícilmente una obra de éstas puede ser rescatada por un solo actor.

Vale la pena comparar The Judge con August: Osage County, protagonizada por Maryl Streep y Julia Roberts. Osage County es un filme de familias conflictivas en el que también está presente el enfrentamiento histriónico entre un “clásico” (Streep) y una actriz “comercial” (Roberts). La diferencia radica en que Roberts ofrece a Streep una extraordinaria pelea pero Downey Jr., entre Iron Man y Chaplin, no se ajusta al tono de una obra que hubiese podido ser profunda si, como Osage County, hubiese podido retratar las profundidades de aquel “volver a casa” que implica madurar y aprender a morir.


TheJudge (El Juez). Dirección: David Dobkin. Guión: Nick Schenk, Bill Dubuque. Fotografía: Janusz Kaminski. Música: Thomas Newman. Con Robert Downey Jr., Robert Duvall, Vera Farmiga. Francia, 2009.

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