jueves, 14 de agosto de 2014

Incomunicación

Por: Fernando Zamora
@fernandovzamora

Desde la primera secuencia sabemos que El pasado es una película sorprendente: Ahmad busca la salida en cierto aeropuerto pequeño en los suburbios de París. Ella afuera, al otro lado de un enorme vidrio, trata de llamar su atención. Gesticula. Es en vano, él no puede escucharla. Finalmente Marie atrae la atención de Ahmad gracias a una tercera persona que se ha dado cuenta de los esfuerzos de ella por comunicarse con él.

Esta primera secuencia tiene el germen de lo que nos espera. Para comenzar, hay que subrayar la creatividad en la presentación del conflicto: la vida de él y la vida de ella están separadas por un invisible muro de incomunicación. No hay nada qué hacer: aunque se quieran, aunque se digan “te amo”, ni él ni ella son capaces de entender.

El pasado, del iraní Asghar Farhadi, es una fábula en torno a todo lo que es imposible decirse en una pareja. Es indudable: ambos se quieren, son capaces de perdonar, confían el uno en el otro y es más: desean lo mejor el uno para el otro. ¿Qué les falta? La respuesta, supongo que el cineasta la deja para que el público dé su opinión.

Ahmad y Marie son inmigrantes. Ella está a punto de embarcarse en un cuarto matrimonio y él ha venido desde Teherán para firmar el divorcio. La crítica en Irán ha exaltado en Farhadi el uso de temas propios de su país y debe ser que yo no soy iraní, pero a mí me parece que su principal virtud es que toca temas universales. El director hubiese podido aproximarse a la misma historia desde modelos más de moda en el Primer Mundo: el postcolonialismo, el feminismo o la teoría del sistema–mundo. Pareciera que el viaje de Ahmad a Francia es un pretexto, que igual pudiese haber sido filmada en Irán y es cierto. Si el director consiguió fondos para realizar su película en Francia me parece justo que la filme en francés visto que el tema de la incomunicación entre dos que se aman resulta más bien universal.

Y para contar el cuento de dos que, por más que se aman no se pueden comunicar, no es importante que se filme en uno u otro lugar. Eso mismo está sucediendo ahora en Teherán, en Bagdad, en México y en París. Farhadi no tendría por qué haberla resuelto echando mano de teorías extravagantes. Los críticos que la exaltan en Irán son los mismos que se preguntan en Occidente por qué no ha jugado más con el tema de la migración. A mí la respuesta me parece simple: a Farhadi no le interesa hablar de migrantes ni de pertenencia, ni de feminidad ni de masculinidad. Quiere hablar de incomunicación. 

Usando recursos técnicos más bien escasos pero con recursos estéticos amplios, Farhadi consigue en El pasado seguir explorando el tema que le apasiona y del que daba cuenta ya en su película anterior, Una separación. Las actuaciones son extraordinarias. Lo sabemos desde esa primera secuencia en que ella le grita y él no la escucha, en que él trata de decir “Te ves hermosa” y sin embargo no puede. A estos amantes los separa una incomunicación transparente que hace imposible que se escuchen los dos.
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El pasado (Le passé). Dirección: Asghar Farhadi. Guión: Asghar Farhadi. Música: Evgueni Galperine y Youli Galperine. Fotografía: Mahmoud Kalari. Con Bérénice Bejo, Ali Mosaffa, Elyes Aguis y Sabrina Ouazani. Francia, Italia, 2013.

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