viernes, 7 de marzo de 2014

Punks, poetas y cristianos

Por: Fernando Zamora
@fernandovzamora

Cuando era adolescente leí en el prólogo de Iluminations de Rimbaud que la poesía solo podría escribirla un adolescente. Me pareció exagerado, pero después de ver ¡Somos lo mejor!, lo he pensado dos veces. Después de todo, hacer poesía no es muy distinto de hacer un grupo Punk en secundaria. Punk y poesía surgen del deseo de dar sentido a la inquietud frente a una realidad que nos angustia. Además, punks y poetas se saben fuera de la sociedad reinante. Como aprendemos en ¡Somos lo mejor!, ser punk resulta, en el fondo, tan excéntrico como ser poeta. Klara y Bobo son dos niñas que en primero de secundaria están interesadas en romper los esquemas de un mundo que les resulta angosto. En el camino se encuentran con la música y —más aún— una adorable compañera que es cristiana, algo todavía más excéntrico que ser punk y poeta.

En los ochenta, Suecia era todavía la economía más pujante de Europa. Estaba lejos de encontrarse aún con la realidad de la inmigración. Los suecos, tan fresas como la música disco de aquellos años, estaban convencidos de que el punk había muerto. Sin embargo nuestras tres heroínas están dispuestas a demostrar lo contrario: que el punk vive porque se contagia así, como la peste de Artaud. El contagio del arte transforma y destruye conceptos con los que la sociedad nos ha machacado por tradición y estupidez. La pregunta que se hacen Klara, Bobo y Hedvig en su empresa de cambiar del mundo es: ¿también tenemos que dejarnos transformar? Claro que sí. Para cambiar al mundo con la energía de estas tres niñas poetas, punks y religiosas, también es necesario transformarse en el amor de amistad que las une.

¡Somos lo mejor! está basada en el cómic de Coco Moodysson, esposa del director y, sospecho, alter ego de Bobo, la baterista deprimida. Todo en la producción es gran arte: las actuaciones (Klara, por ejemplo, sabe que todo puede conseguirlo con esa sonrisa un poco sensual y un poco boba) la edición, el montaje. Todo subraya el cambio en las estructuras mentales de las protagonistas e incluso constatan la transformación física que sigue por fuerza al estado de apertura mental. La fotografía imita el estilo documental ochentero. Cada diez minutos, más o menos, el video sufre un ruido en el color como para recordar (a quienes lo vivimos) que antes, los rollos solían quedar mal revelados en sus puntas.

Vi är Bäst! da cuenta de este largo trayecto interior que sufrimos durante la adolescencia, cuando la poesía es un estado vital. Nuestras niñas sobreviven, claro, gracias al amor, el deseo, la rebeldía traviesa y una amistad a toda prueba, pero sobre todo gracias a esa poesía de la que hablaba el traductor de Iluminations de Rimbaud. Y es que es cierto que para hacer poesía hay que mantenerse en un estado de apertura muy similar al de la adolescencia, cuando queremos contagiar y ser contagiados por todo lo que amamos del mundo. Para ser poeta hay que seguir siendo como Klara, Bobo y Hedvig y mantenernos siempre en el ambiguo estado en que uno no es aún hombre ni niña ni mujer.
__________________
FICHA TÉCNICA:  

¡Somos lo mejor! (Vi är bäst!). Dirección: Lukas Moodysson. Guión: Lukas Moodysson, basado en el cómic de Coco Moodysson. Fotografía: Ulf Brantås. Con Mira Barkhammar, Mira Grosin y Liv LeMoyne. Suecia, 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario